A que llamamos Inconsciente?, a lo
largo de la historia se le ha llamado de diversas formas:
Parménides lo llamó Alma
Hipócrates lo llamó Timo
Sócrates lo llamó Ser, esencia
Platón lo llamó Idea, sustancia
Aristóteles lo llamó Energía
dinámica
A partir de Sigmund Freud con su
concepto de LIBIDO, encontró que en el ser humano existían “dos
vidas” una a la que denominó Consciencia y la otra la llamó
Inconsciente, aquella parte de nosotros que sabemos que existe pero
no somos consciente de ello.
Algunos psicoanalistas que siguieron
su camino después de A. Freud lo pasaron a llamar de otras maneras:
Adler lo llamó Sub-consciente
Jung, Fromm lo denominaron
inconsciente colectivo e individual
Rogers lo llamó “el sí mismo”
Pearls lo llamó como “el perro de
abajo” siendo el consciente “ el perro de arriba”.
Que tienen en común todas las
atribuciones de estos pensadores en relación a inconsciente, pues
que es algo que habita en nosotros pero con la particularidad que no
sabemos conscientemente que lo tenemos, a no ser que por causas que
la vida nos pone delante nos veamos obligados a acudir a terapia y
hacer un trabajo de introspección
El inconsciente esta formado por dos
elementos que operan a la vez y “normalmente” en la dirección
contraria, el Ello y el Súper Yo.
Siendo el Ello todo el
entramado que forman nuestras pulsiones, anhelos.
El Súper Yo al que yo llamo
el “guardián” aquel que nos impone las reglas para entrar en
sociedad, pero también forman parte de él los miedos, las creencias
que hemos ido aprendiendo a lo largo de nuestra vida.
Y que pasa cuando hay tiranteces entre
nuestro Ello y nuestro Súper Yo?, una que nuestro inconsciente queda
totalmente reprimido y a causa de esto se generan en nosotros
emociones nocivas como angustia, tristeza, ira, que si duran en el
tiempo y no ponemos remedio pueden llegar a convertirse en una
depresión.
Donde se reflejan todas estas
tensiones?, en nuestro Yo, que es la parte de nosotros que está en
contacto con la realidad e intenta canalizar los impulsos del Ello y
satisfacer sus necesidades, pero a la vez el Súper Yo intentará
bloquear estos impulsos en aras de las normas y/o los patrones
morales que nos han inculcado.
Os pongo un ejemplo:
Imaginar que en vuestra familia
vuestro abuelo, padre son médicos, la tradición es que la profesión
se va “heredando” de padres a hijos, llega el momento de elegir
profesión y como que el discurso ha sido siempre el mismo, junto con
otras cosas, como por ejemplo no poder expresar vuestros deseos ( eso
pasa muy a menudo), elegís hacer medicina, pero hay algo que no va
con vosotros, a medida que pasa el tiempo no estáis a gusto con
vuestra profesión, de puertas para fuera interpretáis un papel,
internamente sabéis que esto no va con vosotros.
Si esta situación dura en el tiempo,
al final o bien tomáis la sana decisión de no continuar y hacer lo
que realmente sentís, o a la larga si la tensión en vosotros es muy
grande puede desembocar en estrés y una depresión.
Estas situaciones son mas frecuentes
de lo que imagináis, ya sea por educación en la familia, por roles
que se nos impone desde la sociedad, pocas personas se mantienen
firmes en lo que realmente desean y quieren, la gran mayoría ya sea
para quedar bien, porque no se atreven a expresar sus verdaderos
intereses se dejan llevar por lo que está establecido, y lo mas
importante ellos mismos se ponen excusas auto-convencerse de que es
lo que realmente quieren, cuando esto no es así, el resultado de
todo ello, personas con problemas de estrés, angustias, fobias,
depresiones.
Como veis en el inconsciente que todos
tenemos existen dos fuerzas antagónicas, las pulsiones, nuestros
verdaderos anhelos “Ello” que lucha con las normas, lo que nos
han dicho, el discurso familiar “ El Súper Yo”, proyectándose
en nuestro Yo, cuando es mas fuerte el impulso del Súper Yo es
cuando nuestro Yo se reprime y no actúa en lo que realmente es,
cuando ocurre lo contrario es cuando el sujeto realmente disfruta
haciendo lo que hace, no le importa para nada las opiniones de los
demás, no podemos contentar a todo el mundo, y sigue su camino, la
persona se muestra tal y como es.
Gracias por leerme y compartir.
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